El barrio valenciano de Orriols, amanecía el pasado jueves 22 de enero, con carteles de carácter islamófobo,el mensaje en ellos era claro: Stop islamización de Europa; bajo este eslogan, una señal prohibitiva sobre una mezquita y firmado con el logotipo de Democracia Nacional, un partido ultraderechista, cuyo ámbito es el Estado español. La fachada del Centro Cultural Islámico de Valencia(CCIV) situado en este barrio, no se libró de la impronta. Es por este motivo que varias asociaciones y entidades, que forman parte del tejido social del barrio, y que integran la plataforma vecinal Orriols Con-vive, organizaron el domingo 25 de enero, un acto de solidaridad con este centro cultural y el resto de la comunidad musulmana.

Faltan quince minutos para que comience el acto y hablamos con Abdelaziz Hammaoui, presidente del CCIV y Cristina Meiemberg, voluntaria de Orriols Con-vive. Ambos coinciden en que la aparición de estos carteles, puede venir aparejada a un creciente aumento de actitudes islamófobas en toda Europa, a partir del atentado ocurrido el 7 de enero en París contra el semanario Charlie Hebdo.

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Además, creen que puede tener alguna vinculación con la concentración convocada en Valencia para el próximo 30 de enero. Este acto convocado en un principio para el dia 23 de enero, frente a la gran mezquita, no fue autorizado por la Delegación de Gobierno de Valencia, aludiendo posibles altercados públicos y violación al derecho de culto.

La concentración pretendía, según quien convocaba, a título personal, “dar una respuesta a los atentados de Francia”, denunciando la “islamización de occidente”. Finalmente, el convocante, Juan Antonio Larrea, tras hablar con Juan Carlos Valderrama, subdelegado de gobierno en Valencia, aceptó cambiar el lema, el dia y el lugar. De esta manera cuenta con el permiso, para que se realice legalmente la protesta. Los partidos de extrema derecha España 2000 y Movimiento Social Republicano han hecho público su respaldo a la convocatoria. Larrea fue dirigente del ultraderechista Frente Nacional de Juventud y actualmente es secretario general de la asociación In memorian Juan Ignacio.

Abdelaziz, presidente del Centro Cultural Islámico desde hace cuatro años, considera que este tipo de acciones no les suponen un perjuicio, porque el centro “está plenamente integrado en el barrio”, y “la mayoría de usuarios y usuarias viven en Orriols, pertenecen a más de 65 nacionalidades” y puntualiza “no son todos necesariamente musulmanes”. Añade que no trabajan exclusivamente “con un solo colectivo, formado por un grupo determinado, ya sea étnico ó religioso”, y afirma que “este tipo de mensajes amenazantes no les van a afectar”.

Sin embargo, si le preocupa “el creciente sentimiento islamófobo” a nivel del Estado español y europeo. Cree que “es una amenaza a la convivencia en una Europa multicultural y plural”. Añadiendo que “no sólo es un problema de los musulmanes, es un problema de todos, y por lo tanto se debe hacer frente, no sólo a la islamofobia, sino a cualquier tipo de discriminación”. Continúa Abdelaziz “saben que hay miedo y una predisposición a criminalizar y generalizar en un determinado colectivo, en este caso la comunidad musulmana”.

Coincide con Cristina en que “estos grupos y partidos de la ultraderecha, se están aprovechando de los trágicos acontecimientos de París, para ganar votos y apoyo”. Ella remarca el trabajo que viene realizando el Centro Cultural Islámico, “por ejemplo con el banco de alimentos, no haciendo distinción con ningún vecino del barrio”, y piensa que “meterles en el mismo saco del terrorismo yihadista, es ignorancia”.

En este sentido, el CCIV hacía público el mismo dia del atentado a la revista francesa, un comunicado en el que expresaban “la más firme condena y rechazo”, además de argumentar que “nada justifica este ataque, es algo mezquino y deleznable que no puede ampararse en ninguna religión o creencia, para ser cometido”.

Orriols con-vive se presentaba públicamente a la prensa a principios de abril de 2014, como: “Un proyecto de participación ciudadana, de dinamización comunitaria e intercultural, que promueve el fortalecimiento del tejido asociativo y el trabajo en red, utilizando como herramienta fundamental el empoderamiento de los distintos sectores que cohabitan en Orriols y, en particular, de las personas migrantes”. En ese momento lo componían la Asociación de Vecinos de Orriols-Rascanya, Centro Cultural Islámico, Valencia Acoge, Asociación Evangélica de Barona, Asociación de Sierra Leona, Jóvenes por Orriols, Mujeres africanas, 15M, Asamblea de Parados y Paradas de Orriols y Torrefiel, PAH, Red de Solidaridad Popular, y dos centros educativos públicos con sus respectivas Ampas.

Cristina asegura que desde ese momento, en el que se inició el proyecto, “hay mucha gente que se está implicando y trabajando por un barrio intercultural, una convivencia pacífica y estableciendo relaciones entre las distintas entidades y asociaciones”, y concluye “aunque queda mucho trabajo por hacer”.