La grabadora de Radio Malva salio a las calles y se coló de nuevo en el Kafcafé (Benimaclet) para poderos transmitir parte de la magia que brotaron de las cuerdas del bajo de Rober Molina y de las teclas del piano de Martín Caló.
La grabadora de Radio Malva salio a las calles y se coló de nuevo en el Kafcafé (Benimaclet) para poderos transmitir parte de la magia que brotaron de las cuerdas del bajo de Rober Molina y de las teclas del piano de Martín Caló.