«Solo teníamos el cántico de las aves y la sombra de los árboles»
Visitamos la comunidad de Santa Marta, en el municipio de Cabañas(El Salvador). Hablamos con Vidalina Morales, presidenta de ADES y vecina de Santa Marta. En su relato, nos habla de la historia reciente de su comunidad, que tuvo que huir en 1981. Unas 7000 personas, abandonaron las tierras y casas que habitaban, acosadas por el ejército, que seguía la consigna de “tierra arrasada”: no dejar nada que tenga vida. Durante la huída se vivieron momentos dramáticos, como la masacre al intentar cruzar el río Lempa, para alcanzar la frontera hondureña.
El éxodo concluyó en el campo de refugiad@s de Mesa Grande(Honduras), donde permanecieron durante siete años. La organización de esta comunidad estuvo presente desde la huída y durante la permanencia en el exilio. De esta manera decidieron retornar en 1987, “no quedaba nada, solo teníamos el cántico de las aves y la sombra de los árboles”, relata Vidalina. Hubo que construir de nuevo todo lo que se había arrasado, se colectivizaron tierras, y se comenzó a gestionar la salud y la educación. Después otros proyectos de comunicación como radio Victoria, y de gestión como ADES, han ido dando herramientas de difusión y cohesión a esta comunidad salvadoreña.
Resistencia contra la minería en El Salvador. Entrevista a Vidalina Morales.
Hablamos con Vidalina Morales de la Mesa Nacional frente a la Minería en El Salvador. Relata la lucha mantenida desde el 2004, contra el proyecto de reactivar la mina de oro y plata, de El Dorado, en San Isidro(Cabañas). Durante más de una década, la resistencia en las poblaciones del municipio de Cabañas, tuvo como respuesta la criminalización y señalamiento de activistas, que comenazaron a padecer amenazas, y procesos penales. Entre el 2009 y 2011 se produjeron los asesinatos de cuatro de ell@s: Marcelo Rivera, Dora Sorto , Ramiro Rivera y Juan Francisco Durán. La empresa canadiense Pacific Rim, impulsora del proyecto, perdió definitivamente un proceso judicial en 2016, a raíz de una denuncia interpuesta por la transnacional, contra el gobierno salvadoreño, al no conceder la licencia de explotación a la minera. Posteriormente se aprobó una ley gubernamental que convirtió a El Salvador en el primer país en el que se prohibe la minería.