Estando de plena actualidad las revueltas y reivindicaciones que han surgido durante los últimos meses en los países árabes, rescatamos la charla que con motivo de las 1ª Jornadas Internacionales sobre Genocidios y Crímenes contra la Humanidad organizadas en Valencia el pasado mes de noviembre, ofreció Wahida Hamid Haidar sobre la violencia patriarcal y la legislación árabe.

Nos encontramos, al hilo de las revueltas árabes, con grandes críticas al capitalismo y a la complicidad de monarquías y poderosas oligarquías que hacen el juego a occidente manteniendo en la pobreza y la ignorancia a sus pueblos. Algunas de estas críticas buscan reformas laicas en cambio otras están orientadas hacia instaurar una nueva legislación de tipo islámica, como la shaira. Estas últimas si bien tienen un sentido anticapitalista y rechazan la implantación de modelos occidentalesen sus países, tienen también un marcado carácter patriarcal con todo lo que ellos significa con respecto a la falta de derechos de la mujer.
Wahida Hamid refugiada palestina en Jordania desde hace 20 años y experta en violéncia de género explica cual es la situación de la mujer bajo la legislación jordana.

En primer lugar Wahida contextualiza brevemente la situación de la mujer en el mundo árabe. «El mundo árabe se relaciona siempre con el 3º mundo y la mujer sometida». Nos encontramos con una falta total de democracia que se deriba en gran parte por la dependencia económica que se tiene de occidente y por el papel que nuestros políticos ejercen como sus mediadores y aliados internacionales. «Lo que denunciamos es una falta total de derechos humanos que no se da por la religión, da igual si eres cristiana, musulmana, árabe, magrebí o negra; no existen derechos para ti si eres mujer. En lugares como Arabia Saudí la situación es horrorosa.»

Pasamos ahoara a analizar la situación en Jordania un país donde casi la mitad de la población está formada por refugiados que han huido de Irak, Bosnia y principalmente de Palestina; la mayoría son mujeres y niños. «Jordania es un país muy democrático de cara al exterior y según la opinión en EEUU y la ONU, pero en la política interior no existe la democracia en absoluto.» Llama la atención el poder que tienen las tribus jordanas. «Son la base de la estructura social, con una gran influencia en el poder político pero además con un fuerte poder judicial. Las tribus, organizadas en familias se rigen por leyes de hace 2 mil años y tienen la capacidad de hacer aplicar estas leyes.»
Bajo estas leyes la mujer sufre una total dependencia del hombre. «Sufrimos una violencia física, psiquica y por supuesto sexual que se da sobre todo en el ámbito domestico, dentro de casa. No tiene derecho a herencias, ni a la potestad sobre sus hijos. La mujer depende del hombre si quiere estudiar, si quiere trabajar o si quiere salir del país.»
La falta de acceso al mundo laboral y a la formación mantiene el control de la riqueza y los recursos humanos en manos de los hombres y así la situación de represión hacia la mujer. «Se dan muchos casos de mujeres que han sido violadas por sus propios compañeros de trabajo.»

Wahida denuncia una violencia que se da por ley. «Nos enfrentamos a unas leyes que llevan detrás toda una herencia cultural y religiosa. Las mujeres sufren una violencia legal, porque estas leyes así lo amparan. Existen jueces en el parlamento que no han estudiado derecho o incluso que son analfabetos; sólo hay una mujer con escaño en Jordania y es hija de un ministro.»

Como abogada y socióloga ha emprendido la dura tarea de pelear por los derechos civiles. «El problema que te encuentras cuando hablas de derechos civiles, democracia y derechos humnos es que te acusan de europeísta y cosas por el estilo. Además hay ciertos tabúes sociales muy difíciles de romper como la religión, el sexo, la educación de los niños, la política de estado…hay mucho trabajo por hacer.»