Valencia  Enero 2011

La noticia es un nuevo capítulo del enfrentamiento del gobierno valenciano y el estatal por el control y la explotación del Cabanyal.

Detrás del titular

Detrás de los titulares de los periódicos existe siempre una realidad social que muchas veces se nos esconde. El titular era esta vez que la veintegenaria alcaldesa y el presidente de los trajes a medida han denunciado ante el tribunal Supremo a la ministra antidescargas que es también de cultura. La noticia es un nuevo capítulo del enfrentamiento del gobierno valenciano y el estatal por el control y la explotación del Cabanyal. Una declaración de intenciones de los populares valencianos de seguir dando guerra y de que no renuncian a la avenida al mar por mucho que desde Madrid les pararan los pies en los tribunales hace a penas un año y en las calles detuvieran sus escavadoras en abril pasado. Y así en los periódicos se mantiene viva la polémica con noticias de este tipo cada cierto tiempo.

Pero como decíamos hay una realidad social que no reflejan los noticieros. Los hechos del día a día, lo que se vive en el barrio detrás de la noticia. La lucha en los tribunales y los medios de comunicación tiene también su versión en la calle a modo de coacción y amenaza, creando un clima de asedio y malestar, buscando la criminalización de los anti-sistema, de las alternativas. Se trata de una lucha por el control de lo social que desde el ayuntamiento se lleva a cabo con gran mezquindad.

Y es que esta semana la presencia policial ha vuelto a invadir el Cabanyal. Patrullas policiales de todo tipo, en parejas, en moto, en cochecito, secretas, escoltando un comando Iberdrola con el propósito de dejar sin luz a los vecinos ocupas. Eso sí, esta vez lo prioritario no eran los puntos de droga ni las redadas a los llamados ilegales, esos no son los temas que les trajeron aquí, sino principalmente el acoso a los vecinos del barrio contrarios a la política del derribo y las comisiones extraoficiales. Así se trata de mermar la resistencia, atacando en lo cotidiano, en el día a día, a quienes se resisten a dejar abandonado el barrio en manos de sus corruptos destructores. Así fueron a cortar la luz pero no conseguirán que se apague.

Eleuterio Gabón-Radio Malva